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Nada por ahora
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Besos a Medianoche. Capítulo XI. Parte I.



Alexander jamás se había considerado a sí mismo como alguien impulsivo. Ni siquiera en su vida como humano había recordado el hacer alguna locura a parte de lo que sería normal para un hombre atractivo y con fácil encanto para seducir a las mujeres.
            Sin embargo, en los últimos cinco años se jactaba de decir que se había convertido en una especie de acosador.
            Cuando su compañera había estado aun en la tierna edad de diecisiete años y justo antes de irse a Australia, él terminó visitando la habitación de ella a mitad de la noche solo para terminar de convencerse a sí mismo que era una mejor idea dejarla ir. Tenía la excusa de que había sido una simple despedida, la última vez que la vería.
            Entonces, ¿Cuál era la auto justificación que se plantearía a si mismo esta vez?
            Poco después de haber pagado el restaurante y haberse despedido de Ethan, no pudo siquiera encaminarse correctamente a casa, aunque ciertamente se obligó a sí mismo a moverse durante los primeros pasos; de alguna forma u otra, sus instintos lo llevaron por otro sendero y antes de darse cuenta terminó frente a un conjunto de apartamentos.
             Sabía quien vivía allí.
            Se preguntaba que maldiciones pasaba por su cabeza, ó como de un momento a otro sabía tanto de ella.
            No tenía poderes mentales ni toda esa mierda de la que era poseedor Blasius ó un delicado y potente oído e instinto animal como Ethan.
            Él simplemente lo había sabido.
            “…¿Qué demonios está sucediendo?”.
            No recordaba que los compañeros tuvieran una conexión tan potente sin estar unidos; y aun así terminó en una de las ventanas de los últimos pisos, como si ya lo hubiera hecho antes.
            De hecho, se sintió como un deja vu de aquella vez en que hizo lo mismo antes de irse a Australia, pero eso no justificaba que tuviera el conocimiento suficiente para saber en donde vivía Kirsten Shower y aun si lo supiera, como había dicho antes, el estar allí sin motivo alguno lo convertía en un verdadero acosador.
            Había entrado en silencio a la habitación, cuidando que sus pasos no fueran demasiado ruidosos y que pudieran llegar a despertarla; aun así, mientras examinaba la habitación en tonos pasteles con un escritorio al fondo repleto de montañas de papeles y libros, no esperó que al dirigir su mirada a la cama mientras avanzaba se iba a encontrar con tal visión. Toda esa cremosa piel expuesta sin ningún pudor y el cabello pelirrojo esparcido por la almohada blanca haciendo un exquisito y perfecto contraste.
            Kirsten Shower fue toda una visión en esos momentos.
            Era inclusive más hermosa que las valquirias, y él sentía el mórbido deseo de tocarla; ¿Y por qué no? De marcarla toda, para que fuera solo de él.
            Lamentablemente, entre sus pensamientos sobre por cual parte debería comenzar a marcar del cuerpo de Kirsten, retrocedió un paso y tropezó con el objeto que se encontraba tras él.
            …Cuando era más joven, Kirsten no tenía el sueño tan ligero según lo que recordaba. Esta vez, no contó con la misma suerte que la última vez que la visitó y ella pensó que se trataba de un sueño.
            Ahora habían terminado en esa incómoda situación.
            Alex tenía la virtud de lograr parecer tranquilo y como si estar en la habitación de ella sin permiso fuera lo más normal del mundo; aunque por dentro se sentía avergonzado y de alguna forma cohibido.
            —Que usted no sea normal, no significa que pueda entrar a la habitación de alguien más, o a la casa de alguien más sin permiso —Decía Kirsten. Tenía el ceño gravemente fruncido y sus bellos ojos azul cielo con gloriosos matices oscuros, brillaban con bastante desaprobación. Lo interesante del asunto es que Kirsten parecía ser una mujer muy racional y seria, bastante para su corta edad.
            —Tiene toda la razón —Admitió con los labios algo apretados y pensando en que hacer ahora. Ella se había cubierto hasta la clavícula con la sabana, dejando una clara línea de rechazo entre ellos.
            “…No puedo culparla. Primero la beso a la fuerza, y luego me aparezco en su habitación como si nada”. Visto desde el lado inteligente, lo dejaba en una muy mala posición con respecto a su compañera.
            —No pienso hacerte nada malo —Prometió Alex mientras alzaba ambas manos a la altura de su pecho en son de paz.
            Kirsten continuó observándolo con desconfianza.
            —¿Qué es lo que quiere? Pero por sobre todo… ¿Cómo supo mi dirección?
            Oh, mierda.
            —No es posible que explique eso ahora mismo —Alex se apresuró a carraspear, y como si hubiese sido invitado se sentó en la butaca cerca de la cama de Kirsten. Ella lo miró estupefacta y con los labios entreabiertos.
            —Si, claro. Siéntete como en casa.
            Alex sonrió enarcando las cejas, un poco avergonzado por la situación; no era nada bienvenido allí. ¿La habría asustado el que la besara? Él tampoco se lo había esperado, pero mientras más se encontraba con ella, la necesidad de reclamarla era más insistente y poderosa. Termina haciendo locuras sin sentido como colarse a la habitación de la pobre joven, como si se tratara de un pervertido acosador.
            —Sólo quería hablar contigo —Apoyó ambas manos en sus muslos y se inclinó unos segundos hacía adelante.
            —Y fue muy sensato entrar por mi ventana a la medianoche. Ya veo —Kirs se cruzó de brazos por sobre la sabana  y la arruga de disgusto en su frente se intensificó —. ¿Qué es lo que es tan importante que no pudo esperar hasta mañana o cualquier otro día, Señor Night?
            Ella comenzaba a pensar que el hombre necesitaba un psiquiatra. No un psicólogo, si no un psiquiatra directamente.
            Era sumamente atractivo, la luz de la luna que se colaba por la ventana abierta de par en par, hacía que sus ojos se vieran verdes. Nunca lograba aclarar el color de ojos de Alexander Night, a veces se veían tan azules, otras tan verdes, y finalmente algunas otras eran un exquisita y perfecta mezcla de ambos.
            El cabello castaño claro caía sobre sus hombros de forma despeinada, haciendo contraste con su piel ensombrecida por la oscuridad y la barba incipiente que recorría con sensualidad e insinuación su mandíbula.
            Los labios que la habían besado hasta dejarla sin aliento horas atrás se veían llenos y brillantes. Su corazón dio un vuelco y sus entrañas se revolvieron por el deseo de volver a besarlo.
            …Ese hombre era el pecado que había tomado forma en una sensualidad oscura y de alguna forma antigua e inicua.
            Pero estaba loco.
            —No es algo relevante. Solo quería saber más de ti —Contestó él enderezándose y acariciándose la nuca mientras desviaba la vista —. Eso era todo lo que quería hablar contigo y sentía que no podía esperar hasta mañana.
            Ella parpadeó por la respuesta y ladeó un poco la cabeza.
            —Aun así, Señor Night…
            —Te deseo.
            …¡¿QUÉ?!
            —¿Perdone? —Al hacer la pregunta, la voz de Kirsten sonó aguda por la sorpresa. Alex, quien había desviado la vista unos instantes, regresó a mirarla con intensidad.
            —Te deseo, Kirsten —El sonido profundo, serio y necesitado de la voz de Alex lograron que toda su piel se erizara de expectación. De un momento a otro sintió todo el cuerpo caliente a pesar que llevaba muy poca ropa encima.
            Instintivamente, se cubrió aun más con las sabanas. La declaración de Alexander Night no la hacía sentir temerosa, más bien, contra todo lo ético y racional, la excitaba.
            —N-No comprendo… Yo… —Tartamudeaba bajando la vista, mientras intentaba regularizar su apresurada respiración y tranquilizar su desbocado corazón.
            Oyó a Alex levantarse de la butaca de su habitación y caminar despacio hacia ella.
            Debería haber retrocedido, pero cuando él hincó una rodilla en la cama y le tomó la barbilla con una de sus manos para hacerlo mirarlo, perdió todo pensamiento coherente. Estaba tan cerca que sentía la respiración de él contra sus propios labios.
            Su mirada estaba cargada de fuego y la quemaba.
            —Te deseo —Susurró con voz baja, sin apartar ni un segundo la mirada de ella —. Tu cuerpo, tu corazón y tu alma. Todo tiene que ser mío… Aunque no lo sepas, naciste para pertenecerme, Kirsten, y te lo haré comprender con mi propio cuerpo y ser —Cuando lo vio inclinar más el rostro, Kirsten cerró los ojos. Alexander le llenó las mejillas, barbilla, parpados y frentes de suaves besos delicados… No hacía nada más, y eran unas caricias tan pequeñas que parecían el simple roce del pétalo de una rosa; más sin embargo, acabó con la respiración nuevamente agitada —… Pero esta noche no.
            Lentamente separó su rostro del de ella e inclinándose nuevamente tras unos segundos, rozó sus labios con los de ella.
            “…Dios… Siento que mi corazón se me saldrá por la boca”.
            No pudo moverse mientras él se separaba del todo de ella y se ponía de pie.
            —Regresaré —Susurró sonriéndole.
            ¿Regresaría?.
            Lo miró fijamente desde su posición. Alex caminó a un paso tan sensual y atrapante, como el de una pantera, hasta el marco de la ventana. Él apoyó primero un pie en la ventana y se sentó con las piernas hacía afuera; en un abrir y cerrar de ojos desapareció.
            Kirsten esperó lo suficiente como para tranquilizarse.
            Se levantó de la cama y caminó hacía la ventana.
            Él había dicho que había subido por las escaleras para incendio, pero cuando se asomó, recordó que en realidad la escaleras para incendio estaban en la sala.
            “¿Qué carajos...?”.


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 N.A: ¡Hola a Todos! ¿Como van? Esta ha sido mi primera semana de clases del segundo año de la universidad. Debo admitir que aunque mi horario tiene algunas cosillas pesadas, está lo suficientemente liviano para tambien permitirme escribir. Dos cosas: Ya vamos por el capítulo 11 de Besos a Medianoche, y también ya van 100 páginas de historia ¿No es genial?. También el blog está por cumplir las 30.000 visitas, muchas gracias a todas.

No olviden que mañana es 23 de febrero. La publicación del volumen de historias cortas en el que estuve trabajando toda la semana, tiene su debut mañana. Espero que se pasen para descargarlo, leerlo y dejarme su opinión... Es un trabajo sobre mi genero favorito: el romance histórico, además que realmente aprecié mucho la ayuda que recibí para ellos.

Este capítulo va dedicado especialmente para personas que sé que tienen tiempazo siguiendome: Pamela, Alex, Pierina y Firiel. Muchos besos chicas; gracias por el apoyo que recibo con sus comentarios y fuera del blog también (en el caso de Pieri y Firiel).

 

16 comentarios:

Desirée

Mas,mas, mas.... no puedo esperar, si tuviera el libro entero creo que casi ni dormiría por terminarlo y saber como acaba "como hice con Oscura Inocencia"jejjeje Un abrazo enorme por dedicar tu poco tiempo libre a compartir tu portentosa imaginación. Gracias!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo

jejejejej...bien estoy dandote las gracias antes de leer el capitulo pk estoy 100% segura k esta buenisimo...cariños pamela....VIVA EL VIERNES XD

Anónimo

JJAJJA MUCHAS GRACIAS POR TUS PALABRAS....PERO LA VERDAD NO SON NECESARIAS....XD ya que es un real placer leer tus historias... lo unico k puedo decir despues de leer este capitulo larguisimo es CSM... en mi pais es un garabato gigante pero es lo k pense.. tenia el corazon en la boca me alegraste el dia...muchas gracias a ti por seguir escribiendo...muchos cariños Pamela.

oye y como pasa el tiempo yo juraba k re100 estabas en la u y ya es tu 2do año...felicidades...xD a veces soy media despistada..jejejeje

Deea

me encanta la historia espero con ansias el proximo capitulo bs

Pierina

Jajajajaja buenisimoo...definitivamente amo esta pareja.. Alex es tan genial..

Que bella bby, gracias por tus palabras..Gracias a ti por deleitarnos a todas con tus increíbles historias; pero es que claro sería un pecado que no compartieras con estas humildes lectoras toda la magia, suspenso y deseo que transmite tu arte.

Te Adoroo

KarlaWhite-Gluz

Que capítulo tan más emocionante! Necesito más de esta pareja.
Eres una muy buena escritora, sigue así y felicidades! :)

Anónimo

OMG!!! Alex va con todo, me muero por saber que sigue n.n

Anónimo

Ahh por fin Alex ha aceptado a Kirsten!!
Ahora solo queda esperar a que Kirsten se entere de la situación.

Besos a madia noche me está gustando mas que Oscura inocencia aunque las dos estan muuuy bien :)

Nunca dejes de escribir Anto es algo para lo que naciste y de corazón te doy las gracias por compartir tus historias con nosotras.

Besos:)

Anónimo

Hola Anto!!

Que linda gracias por la dedicatoria me encantan tus historias te sigo desde el principio y lo mejor Que eres de Venezuelaa te admiro dios quiera y llegues a ser muy grAnde un mega abrazo!! Y graciAs por compartir con nosoTras todas tus historia!!
Saludos desde el Edo Aragua
ALEX!!!

Dalia Noriega

Me encantan tus historias...amo a blasius y alexander
todo mi apoyo para ti
gracias por tus historias

moraxella

gracias po los capitulos siguesigue quiero mas........


narras tan bien que nos tienes en expectativa como quisiera que la publicaras en facebook llegarias al 1000000 de descargas unas nacen otras se hacen tu eres una escritora puedes tener dos carreras pero nunca olvides tus sueños
te seguimos tus fan y amigas te apoyamos

Anónimo

sigue adelante. felicidades ya quiero leer el proximo cap

Alejandra

SIGUELE POR FAVOR!!!
y estoy casi segura que el lobo que se encontro abby es uno de los lobos que se perdio *o*

Anónimo

Me encantan tus libros.. a la espera de más capítulos de la historia de Alex y Kirs... saludos desde Chile :)

Anónimo

Siempre me ilusionas y no públicas

Anónimo

Hace poco tiempo que sigo tus historias pero me he dado cuenta que escribes muy bien, este capitulo me encantó....gracias por tu dedicación.