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Nada por ahora
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Besos a Medianoche. Capítulo XIV. Parte II-B.

       
    Eran cerca de las nueve de la noche cuando Kirsten abrió la puerta de su cuarto y entró despacio a la habitación. La había dejado hecha un desastre cuando salió temprano en la mañana, y le hizo suspirar la idea de tener que arreglarla un poco.
            Recogió las prendas de ropa de la cama y las guardó en sus respectivas gavetas del armario; luego se dedicó principalmente a ordenar los papeles y objetos sobre su pequeño pero cómodo escritorio.
            Ya le quedaba poco tiempo para graduarse, pero ya estaba muy cansada con el trabajo de profesora. Nadie dijo que en la primaria los niños eran en su mayoría unos completos diablillos; además, el sueldo no era muy amplio que se pudiera decir.
            “Al parecer, ser profesor de verdad es por vocación y no por sueldo”. Suspiró por segunda vez mientras arrugaba una hoja con actividades que ya había hecho y la arrojaba directamente a la basura.
            Tomó una pijama y ropa interior limpia, y sin más preámbulos caminó directo al baño.
            La tina repleta de agua caliente y aceites aromáticos era la mejor parte del día; le relajaban los músculos tensos por el estrés y despejaban su mente cargada de preocupaciones como la de qué clases impartiría ahora o como combatiría con los pequeños demonios de sus alumnos. En ese momento solo importaba ella y su mente tranquila y para nada perturbada.
            Se tomó aproximadamente media hora en el baño y después de envolverse el cabello y el cuerpo en toallas limpias se encaminó de regreso a la habitación.
            Para su propia sorpresa, y sentado en la cama recientemente arreglada, se encontraba Alexander Night quien al parecer texteaba algo en su teléfono móvil.
            —¿Qué demo…? —Rápidamente, Kirsten se ajusto con más fuerza la toalla que envolvía su cuerpo mientras lo miraba con los ojos muy abiertos. ¿Lo estaba imaginando?
            Alexander Night alzó la mirada y al verla sonrió profundamente mostrando su perfecta dentadura. No, definitivamente no lo estaba soñando.
            —No sabía que fuera tan feo.
            —No, no creo que sea una cuestión de si es feo o no, Señor Night. Está en mi habitación, sin permiso… —Instintivamente Kirsten miró hacia la ventana, abierta de par en par y por donde se colaba la fría brisa de la noche —. ¿Cómo lo hace? Y no diga que son las escaleras para incendio, porque revisé y las escaleras están en la cocina —Dijo señalando hacia la puerta que daba a la salida de su habitación.
            Alex soltó una carcajada, haciendo que sus profundos y misteriosos ojos que tanto le fascinaban a ella, brillaran.
            —Es un secreto —Contestó él ladeando la cabeza y mirándola fijamente. Esa mirada que examinaba cada trozo de piel descubierta de su cuerpo hacía que se sintiera como si en cualquier instante se fuera a quemar.
            —¿Puede volar? —Kirsten lo miró intensamente.
            —No lo sé —Alexander Night se puso de pie y de espacio pero seguramente, con un paso más bien felino, se acercó a ella y apoyó una de sus manos en el hombro desnudo de Kirsten —. Tal vez algún día te lo confiese.
            Oh, Oh… Esto no era una buena idea. Había estado cuestionándose sobre si darle una oportunidad a la idea de salir con el hombre que tenía en frente, pero apenas y se habían visto temprano y él ya estaba en su habitación… ¡Y ella no tenía nada que la cubriera a parte de la débil tela de una toalla!
            —No creo… Qué sea buena idea que entre de esta forma a mi habitación —Susurró pasando saliva con fuerza. El rostro de él comenzó a descender con cuidado muy cerca del suyo.
            —Quería verte —Alexander Night apoyó la frente en la de ella mientras la miraba fijamente.
            —Nos vimos más temprano… igual podrías haber llamado.
            Alex volvió a sonreír de esa forma tan él, cargada de sensualidad y misterio que resaltaba la inicua y masculina belleza de su rostro.

            —Nunca me lo diste —Y luego de decir esto, bajó el rostro por completo cerrando el pequeño espacio entre ambos y depositó un suave beso en los labios de ella.

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N.A: Quiero disculparme con todos, la verdad he tenido algunos problemas con unas asignaturas (demasiados trabajos, ponencias y parciales juntos) del semestre, pero me alegra decir que ya solo me queda una semana de parciales más y no tendré más problemas con la universidad ni estaré tan corta de tiempo. 
Ya se podría decir que acabé semestre y me fue muy bien. No había podido escribir nada porque tenía demasiadas cosas en la cabeza, y sinceramente cuando tenía algo de tiempo la inspiración no daba señales de vida. Hoy llegué de uno de mis últimos parciales y enseguida me puse a escribir.
Sin mas preámbulos muchísimas gracias por la paciencia tan grande que me tienen, quiero que sepan que no voy a abandonar a los condenados, solo que a veces me cuesta exprimir las ganas de escribir o no cuento con los recursos suficientes.  Espero disfruten este capítulo.
¡BESOS A TODOS Y MUY FELICES VACACIONES!

P.D: Quizás el lunes publique, igual seguiré escribiendo hoy para adelantar.