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Nada por ahora
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Capítulo III

Capítulo III

—Profesor Morgan.

Desvió la vista de los papeles que leía en ese momento, y aun con el vaso repletó de café burbujeante, tocando ligeramente sus labios, observó fijamente a la estudiante femenina que se acerca a él. Tenía los cabellos negro noche cortados en capas hasta sus hombros y unos enormes ojos azules, enmarcados por largas y oscuras pestañas. Alta y delgada, atraía las miradas hacia ella.

Intentó que sus músculos no se tensaran, y que su rostro se mantuviera relajado en una sonrisa cordial.

—¿Sucede algo? —Preguntó.

Las mejillas de la chica se tornaran rojas de la emoción y sus ojos brillaron con admiración.

Demonios… Y aquí vamos de nuevo.

—¿Irá hoy a la sinfónica? —Le preguntó ella con interés mientras seguía sus pasos a través del pasillo.

—En efecto —Aseguró de la forma más seca y ligera posible.

Mientras caminaba, dejo el vaso desechable a medio tomar de café, en una de las papeleras y las hojas que leía las guardó en el maletín que colgaba desde su hombro derecho. Siempre con la vista clavada en el frente, observándolo todo con indiferencia y con las miradas de los estudiantes fijas en él, siguiendo cada uno de sus imponentes pasos.

—Profesor yo…

Se detuvo de golpe, justo allí en medio del pasillo. Se dio vuelta ligeramente y clavó la vista en la joven, entrecerrando sus ojos con levedad.

—No salgo con mis estudiantes —Una negativa brusca que dio justo en el clavo. Lo supo cuando ella empalideció rápidamente y sus mejillas se encendieron de un rojo escarlata, por la vergüenza. Sus ojos azules se oscurecieron y boqueó unos segundos antes de darse vuelta y salir de allí siendo suprimida por la repentina timidez.

Suspiró aliviado en ese instante, mientras algunos estudiantes que habían observado el acontecimiento, cuchicheaban entre ellos.

Como siempre y para su propio fastidio, era el centro de atención de la tarde a la hora de la salida.

Otro intento desenfrenado de una jovencita por intentar conseguir una cita… Todo por un capricho.

Suspiró de nuevo esta vez retomando sus pasos a través del pasillo, desviando su mente hacia Kyle Hastings. Pensaba en cómo hacerle entrar en razón; si había alguna manera de que comprendiera que acabaría lanzando su propia vida por el desagüe.

—¿Lo has oído? El profesor Morgan acaba de rechazar a otra chica… —La molesta voz en susurros de otros estudiantes, de esos que se quedaban hasta tarde por las actividades del club, le hizo gruñir con molestia.

—Siempre rechaza a todas —Respondió otra voz en un murmullo que igual llegó a sus oídos.

Frunció el ceño e hizo oídos sordos mientras caminaba con imponencia por el lugar, hasta alcanzar el aula de la sinfónica.

Normalmente usaban el teatro para obtener más espacio, pero en esta ocasión solo se hallaban tres integrantes y por lo tanto habían decidido tomar el aula de música.

Se quedó en silencio en la puerta, observando cada uno de sus movimientos.

Chelsea, Alyssa y Noelle. Tres prodigios en sus respectivos instrumentos.

Sus ojos se clavaron primero en la joven castaña que tocaba el violín cuidando cada una de sus notas y con expresión concentrada. Llevaba el uniforme cerca de una talla –tal vez dos- más grande que la propia. La falda de cuadros escoceses en tonos verdes y azules, le llegaba a la rodilla con exactitud. Las facciones de su rostro, normalmente frías e inquebrantables, parecían quebrarse en mil pedazos cuando comenzaba a tocar el violín y eran sustituidas por una paz exterior que lo afectaba a él mismo.

Cambió de objetivo hasta alcanzar a la joven sentada en una silla, guiando con sus finos y elegantes dedos el arco del cello. Su música era hermosa y estaba llena de una rara melancolía, mientras sus cabellos rojos como el fuego estaban recogidos en una cola alta, dejando escapar unos cuantos mechones que acariciaban con delicadeza su rostro, semejante al de un mismo ángel. Alta y delgada, su rostro expresaba una emoción indescriptible mientras tocaba. Una emoción que enternecía su corazón de la misma manera que su belleza impresionaba al resto. Su uniforme, a diferencia de la castaña, estaba más adaptado a su figura.

Por último, su mirada viajo hasta la chica de cabellera rubia. Los mechones rozaban su espalda baja y se movían con gracia mientras sus dedos seguían el ritmo de la música en sus partituras. Ella estaba con la vista fija en las teclas y de vez en cuando sus ojos subían buscando las notas. Su rostro se veía distante y entregado el movimiento de sus dedos sobre el piano.

No pudo hacer más que recostar su cuerpo del marco de la puerta, mientras sus ojos la buscaban a ella y analizaban cada rasgo de su figura cubierta por la ropa del instituto, en colores azules y verdes y con pequeños adornillos que sacaban de sus casillas a la mitad de los profesores.

Noelle Travis. La perfecta chica rubia de ojos ámbares, con aspecto de ángel caído y personalidad de los mil demonios.

Demasiado demócrata; muy protectora y con un carácter capaz de enloquecer a cualquier persona sobre la faz de la tierra.

Pero apenas se sentaba en ese banquillo, se llenaba de una cálida determinación que sorprendería a cualquiera.

Las tres tocaban una adaptación instrumental y clásica de “For Elise”[1], seguramente adaptada con la ayuda de Chelsea. La chica era capaz de adaptar cualquier canción usando solamente sus oídos y mucha concentración… Un talento extraño y fascinante que lo había tomado por sorpresa en cuanto supo de él.

Era extraño verlas tocar a las tres juntas y encima solas.

Normalmente solo se les veía juntas en la sinfónica y con un grupo determinado de integrantes rodeándolas.

Volvió a clavar la vista en Noelle, mientras buscaba ciegamente con su mano, la cajeta de cigarrillos.

Tomó uno y lo encendió dando una profunda calada aun observando a las tres tocar.

—Travis —Habló, sobresaltándolas y haciendo que tres pares de ojos se clavaran en él fijamente —Estás perdiendo el ritmo de tus compañeras. Están formando un conjunto de tríos, debes aprender a escuchar y no siempre comportarte como líder.

Los ojos de Noelle se abrieron primero absortos y sorprendidos, para luego entrecerrarse llenos de un sentimiento muy parecido a la rabia.

—Anda… —Su voz resonó en la habitación mostrando su enojo mientras se cruzaba de brazos. Sus ojos ambarinos le devolvían la vista, mientras su corazón saltó por un momento, haciendo que se enojara por la repentina reacción de su cuerpo —¿Alguien ha pedido su opinión, profesor?

—Solo intento ayudarte a mejorar tus mediocres movimientos como pianista.

Mentira. No es eso. Estas mintiendo.

El rostro de Noelle, empalideció. Su expresión era de dolor por sus palabras que repentinamente cambió a una llena de furia y frustración.

La verdad… Cruda verdad era que no sabía que escusa podría darle para estar a su lado. Todo lo que se le ocurría acabaría dañándola… ¿Por qué era tan inútil?

Ella tomó las partituras entre sus manos y se las arrojó con sus ojos brillando, llenos de un odio que le heló la sangre. Chelsea y Alyssa observaban igual de congeladas el intercambio, ambas jóvenes desviaron la vista de lo acontecido

—Me importa muy poco lo que opines —Prácticamente le gritó en su cara —¿Sabes? Por mí puedes irte al infierno. Estoy harta de que intentes destruir mi autoestima con tus poco agradables comentarios.

Sintió como su estomago se estrujaba de mala manera, sintiendo un raro escozor en su pecho. Elevó las esquinas de sus labios en una sonrisa llena de sarcasmo e ironía mientras levantaba un par de partituras del suelo.

—Es sorprendente como cambian las personas —Rió observándola con frialdad, negándose a dejarle ver su tristeza —Hace dos año no hubieses dicho lo mismo.

Por un momento disfrutó el verla empalidecer, pero al siguiente comprendió que se había pasado de la raya cuando sus ojos brillaron por las lágrimas que amenazaban con dejar sus ojos.

—Hace dos año… —Ella observó la habitación con ironía —…No sabía que podrías llegar a ser un verdadero cabrón.

Sus cabellos se movieron al compás de sus pasos mientras pasaba por su lado y salía de la habitación. Alyssa y Chelsea pasaron de observarlo a él, a encontrar algo de mayor interés mientras se dedicaban a guardar sus instrumentos.

Observó a la nada unos momentos antes de apagar su cigarrillo a medio fumar y observar a ambas prodigios nuevamente.

—Espero que nada de esto salga de esta habitación —Veía su reputación como profesor totalmente mancillada, y sobre todo, imaginaba los problemas que esto causaría a Noelle.

Chelsea recogía calladamente el resto de las partituras, y Alyssa lo observó sin ninguna expresión en su rostro.

—¿Qué Noelle se declaró a usted hace dos año? ¿O quizás que usted está tan loco por ella, que no sabe cómo reaccionar en su presencia?

La observó por un momento antes de sonreír con sarcasmo.

—Ambas, quizás.

Alyssa se encogió de hombros restándole importancia al asunto, mientras Chelsea se levantaba del suelo con las partituras y limpiaba sus rodillas. Le dio una fría mirada antes de desviar la vista y tomar el estuche de su violín.

—No tenemos razones para decirle a nadie nuestros secretos —Chelsea habló con un tono de voz suave y casi inaudible —Las tres sabemos secretos oscuros de cada una, que nadie más sabe… Dígame, profesor ¿Qué ganaría yo, revelando los íntimos secretos de Noelle? La verdad es que nadie entiende la relación entre nosotras tres, y quizás nunca nadie lo entienda. Pero somos lo suficientemente listas como para mantenernos calladas.

Ella hizo una pequeña inclinación con la cabeza, saliendo por la puerta. Alyssa sonrió ligeramente tomando la mochila de Noelle en conjunto con la suya.

—No tiene de que preocuparse —La chica conocida como la princesa del instituto, simplemente se encargó de encogerse de hombros —Somos lo suficientemente honorables como para guardar este tipo de secretos. Nadie necesita saber que el gran señor “no salgo con mis estudiantes”, está completamente caído por una —Ella comenzó a caminar pero se detuvo un momento con expresión pensativa —Y… No creo que ella sepa eso tampoco. Así que puedes quitarte un peso de encima, porque tampoco planeamos decirle algo así.

Entonces Alyssa dejo escapar una risita antes de salir por la puerta, dejándolo completamente sólo. Sus manos temblaban mientras buscaba a tientas su caja de cigarrillos, sintiéndose ansioso.

Alyssa había dado justo en el blanco.

Una cosa era una estudiante encaprichada con su profesor. Y otra muy diferente un profesor encaprichado de su estudiante.

Y más cuando este encaprichamiento llevaba sobre él, mucho más de un año.



[1] Canción de piano famosa, perteneciente a Beethoven.

13 comentarios:

Hyacinth

Ame el capi!! >.<
Presiento que sera una pareja algo torrida no? xD

bueno que quiero ver mas de Chels y Kyle!! espero el proximo capitulo y tambien espero ver a MI Aaron por alli...

Besos!

Faby

primero es MI AARON! en que quedamos peque? nada de cosas raras ehh, mira que me sale mi lado oscuro y no me querran conocer!!

jajajaja

me encanto el capi, pobre del querido profesor..pero bueno, eso hace más sabroso todo esto >.<

Un besote sweeet.

Janny Annie

O.O *sorprendida*
. . . .
Waa!!! Eso.. eso... capi... wa!
No me puedo creer que me acabe el capi sin darme cuenta... ToT

Me quede con ganas de mas pero nimodo... u.u

Esperare al proximo Ann =P

J.P. Alexander

Uy mujer me dejaste con gans de más.

Josh

hem.. como siempre debo comentar casi de ultimo... buen cap anto.. de verdad muy bueno nos quedamos con ganas de mas... 0 0 hay una lucha por aaron... wow...*se esconde tras ann* bueno esperamos el proximo anto

Antonella

suficiente... alejense todos de aaron ¬¬
ya no lo dare a nadie, es patrimonio del pueblo asi que hay que compartirlo! (?)

Yoli

Ahiii pobrecito de Mi profesor.. se comporta peor que estudiante enamorado delante de quien le gusta XD..

Ademas que pasó hace dos años????? Deja que te capture, te montaré interrogatorio!! muajaja

jaja niñas les han quitado a Aaron jeje

Besos peque!! >_<

Faby

nada de quitar a nadie aca...tengo hasta mi firma lista.
peque loca....

Flora

Hola! Recién termine de leer "Oscura inocencia". Y me puse a buscar el 2º libro. La verdad, creí que eras una autora norteamericana! Escribís increíblemente bien... Espero "Besos a medianoche" con muchas ansias!
Besos...

Gacbriela

Hola Amiga,

tengo tiempo siguiento tu espacio y nuca me habia animado a escribir he leido la serie Secretos del corazón no sacaste la de Helen??? me gustaria mucho verla sinceramente tienes mucho talento muchas felicidades, saludos desde Mexico

moraxella

hola
antonella feliz 2012
se te extraña
que el año que llego se cumplan tus sueños

Anónimo

Buenas tardes, Antonella. Te felicito ampliamente por la aportación que nos haces, estoy enamorada de la primer historia de la serie condenados, de igual manera acabo de leer los capitulos que tienes a disposición del tercer libro y tu juro que me muero por tener completos los libros 2 y 3 y estoy segura que de los que siguen. Eres sensacional. Continua así.

Anónimo

ola oye ya no vas a subir nada o que paso?