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Nada por ahora
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Besos a Medianoche. Capítulo II. Parte I

¡Y por fin me digno a aparecer! Por cuestiones de estudio se me ha hecho todo muy complicado, ya que me encuentro en las últimas tres semanas de clases. Por esa razón no había podido publicar nada, mi agenda está hasta el tope con examenes y actividades... -No se imaginan cuanto deseo terminar todo esto y tener vacaciones-.



Quisiera agradecer, de todooo corazón, a quienes dejaron comentarios en el fragmento anterior y también a aquellas personas que se tomaron la dulce y adorable molestia de felicitarme. ¡Adoro a mis lectoras y lectores! ¡Sin su apoyo no podría vivir!









Capítulo II


Cinco años más tarde…
Nueva York, Estados Unidos.


—Entonces, imagino que la vida de casada te está sentando de maravilla, corazón.
Kirsten Shower en ese momento golpeteaba con uno de los lápices su cuaderno de anotaciones, mientras sentada frente a su escritorio, conversaba animosamente por teléfono. La risa elocuente y simpática de Francesca la hizo plenamente feliz, en especial por el hecho de que demostraba la dicha en la que se encontraba sumida.
—Un poco, tal vez —Cualquiera diría, por su tono de voz, que “un poco” no era suficiente para describir como se sentía.
—Tal vez debería casarme yo también —Susurró para sí misma mucho más que para Francesca, casi de manera pensativa.
—…Bueno… ¿De veras quieres casarte? —La voz de Francesca esta vez sonó algo contraída y en desacuerdo por su decisión. Frunció el ceño.
—Es un decir nada más, no es que vaya a hacerlo de verdad.
Se oyó un suspiro del otro lado de la línea.
—No tienes por qué hablarme como si estuvieras molesta, Kirs.
Suspirando dejó de jugar con el lápiz y se frotó ambos ojos.
—No, Fran, perdóname a mí, creo que… —Entonces aspiró el aroma del ambiente —. ¡Mierda!
—¡¿Qué?! —Se oyó la voz preocupada de Francesca desde el móvil.
—Luego te llamo.
Colgó rápidamente y corrió directamente a la cocina, para descubrir su bistec para la cena completamente rostizado. Tosiendo a causa del humo, maldijo para sus adentros mientras llenaba de agua la olla con la esperanza de que no se hubiese pegado hasta el punto de hacer imposible lavarla.
Gruñendo, se encaminó a la segunda habitación que había en el pequeño apartamento en uno de los edificios de Manhatann. Abrió la puerta de golpe y fulminante, clavó la vista en la cabeza castaña inclinada sobre una mini laptop… ¡No entendía como no se metía de una dentro de la computadora y así les quitaría un peso de encima a todos!
—¡Joder, Abigail! —Se acercó a ella para descubrir que tenía bien puestos los cascos con Nickelback a todo volumen, mientras su rostro era iluminado por la luz blanca de la pantalla de su computador a la vez que sus dedos se movían a toda velocidad sobre el teclado —…Debes estar de broma.
Con brusquedad le sacó uno de los audífonos, arrancándole un chillido de los labios.
—¡¿Por qué hiciste eso?! ¿No ves que duele? —Abigail alzó sus suaves ojos azules y la miró enfurruñada a través de unos anteojos con aumento, mientras se frotaba el oído del cual fue arrancado el cable.
—Sí. Por eso precisamente lo hice —Kirsten se cruzó de brazos —. ¿Quién se supone que debería estar al tanto de nuestra cena de hoy?
Abigail miró a ambos lados y luego rodó los ojos como si fuera lo más obvio del mundo.
—Yo, desde luego —Su afirmación se ganó un golpe en la cabeza por parte de Kirsten —. ¡Ay! Pero, Kirsten, ¿Qué te pasa hoy? Estás demasiado bruta conmigo.
—¿A que no adivinas lo que le ha pasado a nuestra comida?
Abigail parpadeó sin entender.
—¿Qué cosa?
Ella tuvo que contenerse con todas sus fuerzas y no azotar a su amiga y compañera de piso con todo lo que pudo.
—Se ha quemado —Dijo en un suspiro ya cansado. Abigail parpadeó unos instantes antes de soltar una exclamación y una palabra que definitivamente no era apta para menores.
—¿De nuevo? —Su amiga pareció sentirse cohibida y algo resignada —. Lo lamento, Kirs, no es mi intención dejar quemar nuestras comidas. Es solo que a veces me entretengo demasiado y pierdo el hilo del tiempo mientras escribo.
Hacía cerca de dos años que Kirsten se había mudado a un apartamento compartido, junto con una de las ex-miembros del cortejo de señoritas, Abigail Denton. Dentro de todas las que había conocido, ella sin duda alguna, era una de las que poseían al menos un poco de cordura y un cerebro completo.
Probablemente su única amiga dentro del circulo social. Y lo más importante de todo: ambas querían escapar de las casas de su familia.
Así que a los veinte, ya juntado el dinero suficiente para salir del alero familiar, ambas se mudaron a un pequeño apartamento doble en Manhattan en donde continuaron sus estudios. Kirsten en la rama de educación… Siempre había adorado a los niños, por lo que estuvo más que decidida a volverse profesora, aunque sus padres estaban aún en contra a pesar que ya ejercía su carrera desde hace un par de meses.
En cambio, Abigail, para su propia sorpresa había escogido entrar en la rama de literatura y letras. Y se le daba muy bien escribir… Incluso escribía libros paranormales bajo un seudónimo —He allí, el por qué no podía estar al tanto de su almuerzo—, libros que Kirsten engullía de pies a cabezas antes de que salieran a la venta.
—Ya olvídalo, pequeña rubia teñida —Apoyó una mano sobre el espaldar de la silla mientras se inclinaba e intentaba leer lo que estaba inscrito en la pantalla de la laptop descuidada de tanto uso que recibía —. ¿Cómo vas con eso?
Abigail llevó ambas manos a su cabeza, cubriéndose su cabello teñido de castaño oscuro. Según ella, decía que las rubias eran consideradas tontas y más aun si estas eran atractivas… Por lo que había descuidado su apariencia y se había tintado el cabello apenas se habían mudado juntas. Incluso, se había puesto más rellenita en lugar de la delgada y bien formada silueta que poseía con anterioridad.
Ella volvió a clavar la vista en la pantalla, siguiendo la mirada de Kirsten, pero no tardó nada en suspirar cansada.
—Patético. He rehecho el manuscrito tres veces, y siento que volverán a rechazarlo en cuanto se lo lleve a mi editor —Enterró la cabeza entre ambas manos con desesperación. Gesto que compadeció a Kirsten. Había visto como se dormía a las cinco de la madrugada, para levantarse a las ocho a seguir escribiendo… Desde su punto de vista, ser escritor no era la profesión más sencilla del mundo.
Se situó tras ella y comenzó a masajearle los músculos adoloridos y tensados de la espalda. Abigail gimió gustosa relajándose.
—¡Oh, Kirs! Eres un sol… —Casi podía oírse su voz sollozante de felicidad, por lo que Kirs contuvo una risa.
—Te lo mereces, Abby… Aunque no debería después de que hayas dejado quemar la cena.
—Llevamos dos años viviendo juntas, deberías ya saber que es imposible dejar la comida a mis manos.
Buen punto.
—Venga —Dejó de masajearle el lugar donde se acumulaba la tensión de Abby —. Mueve tu trasero de esa silla y busquemos algo aceptable para cenar.
Se oyó un pequeño quejido de Abigail quien se frotaba el trasero con ambas manos haciendo una mueca.
—Me duelen lugares que no sabía ni que existían.
…¿Debía reírse por eso?... No. Probablemente no era buena idea.
—¿Has pensado alguna vez tomarte unos meses de descanso? —Preguntó casi por inercia, puesto que ya sabía perfectamente la respuesta que obtendría. Abigail negó con la cabeza mientras suspiraba.
—Es mi único ingreso económico, no puedo darme el privilegio de descansar mientras necesito dinero —A diferencia de los padres de Kirsten, los de Abby se mostraron sumamente hostiles con la idea de que su única hija dejara el lecho materno para independizarse, por lo que se le fue negada la protección de sus padres mientras cursaba la universidad.
Muchas veces Kirsten se había ofrecido a prestarle ayuda, pero Abigail se negaba rotundamente alegando que ella sola debía saber llevar las consecuencias de sus acciones.
Charlando pacíficamente, se tomaron del brazo mientras se encaminaban a la pequeña pero acogedora cocina de su alegre y agradable apartamento. Aunque no era muy grande, su hogar contaba con lo indispensable para vivir: poseía dos habitaciones y un baño que le tocaba compartir con Abigail —La cual siempre se quejaba en las mañanas, cuando Kirsten duraba dos horas encerrada en él para ducharse y arreglarse—, una sala de estar bastante atractiva para las horas de descanso, una cocina y un balcón que daba una preciosa vista nocturna de la ciudad al estar en un piso bastante alto. Kirsten definitivamente, nunca hubiese cambiado ese lugar por nada más.
Al principio habían pagado un aceptable alquiler, que probablemente era un poco más económico de lo que había pensado en un principio, tratándose de una de las mejores zonas en Manhattan. Sus padres se escandalizaron con la idea de que tomara impulso por su cuenta y por el dinero que había mantenido ahorrado desde sus quince años, pero lo que más deseaba Kirsten en su vida era lograr independizarse y hacer lo que ella deseaba hacer con su vida… Y por lo visto, sus padres —Aunque a regañadientes—, supieron aceptar sus decisiones y acabaron por apoyarla en todo lo que necesitara mientras estudiaba y trabajaba a medio tiempo como ayudante de una profesora.
Luego de todo un año viviendo en ese lugar, ella y Abby habían decidido que era una muy buena idea comprarlo.
Y desde entonces su apartamento era un verdadero santuario. Aunque su compañera de piso tenía un significado totalmente distinto al de ella respecto a ese lugar. Abigail, para su sorpresa en cuanto habían comenzado a vivir juntas, era el tipo de chica que prefería evitar contacto social. Solo salía para sus clases en la universidad, para presentar exámenes y cuando le tocaba llevar un manuscrito con su editor… Pero de resto, se negaba a salir.
Por ese detalle a Kirsten le tocaba siempre hacer la compra y ocuparse de cosas que involucraran la luz del sol sobre el cuerpo. Nunca venían compañeras de estudios, y nunca le había conocido algún novio o pareja.
Y encima la última vez que la había invitado con todas sus ganas a salir juntas con un grupo de amigos, la respuesta de Abby vino seca y afilada:
—No estoy interesada —Había dicho a la vez que se colocaba sus audífonos con Nirvana
[1] a todo volumen, mientras continuaba tomando notas con expresión fría en un cuaderno. Y mientras los acordes de Where did you sleep last night?[2], resonaban entre el silencio de la habitación, Kirsten no creía que pudiera haber más hielo entre ambas.
Desde entonces, queriendo evitar la tensión en el ambiente, Kirs se había abstenido de invitarla —también— a algún lugar donde hubiera personas. Abigail era una solitaria nata.
Diferente a la chica que había conocido durante el cortejo de señoritas cuando tenía diecisiete. No sabía si siempre había sido de esa manera o si algo le había sucedido antes de que decidieran, entre ambas, escapar del alero familiar y tomar riendas de sus vidas. Y lo que nos lleva precisamente al día a día, como hoy por ejemplo, en donde Abby dejaba quemar alguna de sus comidas y no les quedaba de otra que llenar sus estómagos con cualquier cosa que encontraran en la alacena o en el refrigerador.
Mientras se reían, ambas decidieron al rato que cenarían algún embutido. Al parecer había sido costumbre que a mediados de la semana, sus cenas eran enlatados o embutidos.
Suspirando, Kirsten se sentó en la mesa pensando que le restaba por hacer en lo que quedaba de día. O noche si pensaba en las horas.







[1] Famoso grupo estadounidense de genero rock alternativo de los años 1987-1994.
[2] Canción estadounidense del año 1870, cuyo autor es desconocido. (N.A: Abigail escucha la versión interpretada por Nirvana)

17 comentarios:

carolina

cada vez va mejor quiero leer los otros capítulos ya

adriana

La historia, es buenisima, y , feliz cumple , tarde , pero seguro

J.P. Alexander

Hola mi Anto te ando muchos ánimos y genial capitulo. Cuídate nena

Kasumiyami~Chan

my godd!!! cada vez esta mejor!!! eres muy talentosaa, estoy que me subo por las paredes por leer los demar capitulos!!!

Fabiola

Volé XD
me gusto mucho el capítulo, vamos conociendo de a poco a Kris y su entorno..su amiga porque será tan retraída??? mmmmmmmm

me falto MI Alex, pero todo bien =P

Un besito mi Anto!

pamela

holaaa...esto se vuelve cada vez mas adictivo para mi...no sabes lo k me cuesta esperar los nuevos capitulos...no kiero sonar egoista pero de verdad ojala salgas luego de vacaciones para k termines de subir los capitulos y la saga completa...jejeje...cariños....k te rinda el estudio...bye

Pao Serrano

hola!!!!!!!!!!!!!!! me encanta la historia..... quiero leer mas capitulos saber que paso con alex y que a estado haciendo en australia!!!!!!....... me muero quiero leer mas

anto muchas gracias y muchos besoooooossssss y abrazoooossssss
por fava publica la otra parte pronto

Anónimo

genial!!!!
siempre me dejas con la intriga de saber q es lo q pasará y esta no fue la excepcion

Anónimo

realmente espero que termines tus clases y salgas de vacaciones, estoy realmente intrigada por lo que va a suceder mas adelante.... me intriga . Suerte en tus exámenes!

carolina

publica yaaaaaaa me muero por saber que paso..... o q va a pasar :)

Anónimo

Dios soy una desesperada pero que puedo decir, me intriga...
ni idea que es lo que va a suceder, y siempre que publicas haces que de de ganas de mas!!!
please apiádate de nosotras queremos saber que sucede con ella y alex.
si en realidad existieran hombres como ese que te juraran amor eterno seria genial, pero es ummm...
digamos un poco difícil jajaja.

nuevamente suerte en tus clases y otras cosas

moraxella

Dios soy una desesperada pero que puedo decir, me intriga...
ni idea que es lo que va a suceder, y siempre que publicas haces que de de ganas de mas!!!
please apiádate de nosotras queremos saber que sucede con ella y alex.

moraxella

antonella pizzi el poder de la palabra lo tienes y con ello responsabilidad dios te ha dado un don no lo malgaste sigue escribiendo no dejes a tu fan por años esperando tus libros sigue aunque sea capitulos

PAME

YAAAAAAPO!!!!! CUANDO UN NUEVO CAPITULO????....TOY ESPERANDO!!!!

Kasumiyami~Chan

no quiero presionarte... pero es que de verdad estoy de muerte lenta por leer lo que sigue... please sube las demas partes!!!!

Anónimo

hola oye quiero felicitarte por tu blog y por las cosas grandiosas que escribes en estos momentos estoy siguiendo besos a medianoche pero la verdad ya llevas como 2 meses que no publicas nada y entiendo que estes ocupada pero no nos dejes con esa intriga. por fa publica algo ......

Pierina

Bby, cada vez que leo esta parte, la siento como si hablara de ti y de mi.. tu tan Abby y yo tan Kirsten.. jajaja y si nos hubiésemos ido a vivir juntas *.* seria tan genial!...