—No me jodas.
Después de declarar esas palabras con un tono de voz
atónito y desconcertado, le dio una última mirada al guardián de los lobos y
girándose sobre si mismo se dedicó a buscar la salida.
“Si fueran
vampiros, el consejo lo sabría y no me enviarían por allí a hacer el tonto”.
Se detuvo abruptamente pensativo antes de conseguir
alcanzar la puerta.
¿Pero, y qué si no lo sabían?.
Rápidamente, rebuscó en el bolsillo de su chaqueta hasta
que dio con su teléfono móvil; mientras estiraba la mano y abría la perilla de
la puerta, marcó rápidamente un número en la pantalla táctil y se lo llevó a la
oreja.
Después de un par de veces que timbró el teléfono
indicando el inicio de la llamada, Alex se encontró con la voz un poco
disgustada de Ethan.
—Estaba jugando Plants
Vs. Zombies[1],
espero que sea algo importante para que me hayas interrumpido en el último
nivel.
Alex hizo rodar los ojos y se acarició la frente con
suavidad.
—Eres un hombre adulto de cien años, ¿Y tu pasatiempo es
jugar a un juego para niños? —Preguntó mientras avanzaba por el camino que daba
al final del territorio de los lobos.
—Se me ha dañado el PS3[2], así
que por ahora no puedo jugar a CoD ni
a Uncharted[3]; y
eso que ya había pasado la mayor parte de las misiones —Susurró Ethan con voz
sentida; Alex simplemente no se creía que en años atrás el mismo vampiro había
sido un caradura y difícil de tratar, más ahora, Alex era quien andaba tras él
como si fuera el único cuerdo e inteligente de los dos.
—Déjalo —Estuvo a un paso de colgar cuando se lo pensó un
poco mejor —. ¿Tienes el número telefónico de Svante? Me urge hablar con él.
—¡Oh! —El tono de voz con el que Ethan soltó esa pequeña
exclamación se oyó cargado de interés y curiosidad —. ¿Sucedió algo malo en
casa de los lobos?
—No te cuento, vete a jugar tu Plants Vs. Zombies.
Ethan soltó una carcajada del otro lado de la línea lo
cual hizo acentuar el ceño fruncido de Alexander.
—Lamento que mis juegos te hagan sentir celoso, Lexie —La
voz socarrona de Ethan lo hizo apretar los labios. Como odiaba cuando el
vampiro encontraba motivos para burlarse de él; muchas veces lograba torcer el
sentido de las cosas que él decía. Antes de que Alex pudiera responder, Ethan
agregó: —. Te enviaré el número por correo, así que relájate.
Y colgó.
Alex sintió una ceja temblar.
Ethan cada día se torcía más que el día anterior y se
volvía más y más raro. Soltando un profundo y cansado suspiro, Alexander Night
terminó por salir del territorio del guardián de los lobos del norte.
***
Esa noche, Kirsten no pudo pegar el ojo en ningún momento;
más de una vez se había despertado y se había levantado a checar la ventana
como esperando ver a Alexander Night colgado de la misma. La había cerrado de a
postas en la mañana, con intención de qué si él realmente se iba a aparecer por
allí, entonces tendría que hacer algún ruido que pudiera alertarla y
despertarla; pero a pesar de haber pasado la noche en vela, Alexander Night no
había hecho acto de presencia como había prometido.
“Espera… Pero igual
él no especifico cuando iba a venir…”. Si, posiblemente era eso. QUERÍA
pensar que era eso antes de regresar a la idea inicial de que se había vuelto
completamente loca.
—¡Uy! —Abby se llevó una mano a los labios al verla
aparecer por el arco que daba la cocina, aparentemente estaba haciendo el
desayuno. Kirsten miró de soslayo a la estufa, rogando por que los huevos
estrellados de Abigail no se fueran a quemar como era habitual en todo lo que
cocinaba —. Te ves horrible.
—Gracias —Masculló Kirsten y pasó a sentarse en una de
las sillas del juego de comedor.
Abigail fue hasta uno de los gabinetes y tomando una taza
se aproximó a la cafetera encendida a un lado de la estufa. Llenó la taza hasta
el tope con café caliente y recién hecho, finalmente se lo llevó a Kirsten
junto con dos sobres pequeños de endulzante artificial.
Kirsten le sonrió agradecida mientras recibía la taza; le
agregó solo un sobrecito de endulzante y pasó a beber el café en silencio
mientras se frotaba los ojos.
—Estoy demasiado cansada —Susurró más para sí misma que
para Abigail, aun así Abby la miró por sobre el hombro un poco preocupada.
—¿No dormiste bien anoche? Es raro en ti, siempre has
tenido facilidad para dormir y eres muy dura de despertar.
—¿Qué la dura de despertar no eres tú? Duermes igual que
un muerto, Abby —Rió Kirsten a lo que la muchacha frente a ella hizo un enorme
puchero disgustado. Abigail se giró dándole la espalda y no le volvió a dirigir
la palabra mientras terminaba el desayuno.
Aun era algo temprano, así que Kirsten pudo permitirse la
idea de tomarse su tiempo para alistarse. Cubrió sus enormes ojeras con
corrector y luego lo disimuló muy bien con polvo facial; el rubor y algo de
color en los labios lograban que su palidez pasara por alto.
No tenía muchas ganas de vestirse y arreglarse al
extremo, así que terminó escogiendo una sencilla blusa rosa con lunares
blancos, un jean y zapatos bajos y cómodos que le permitirían moverse con
facilidad mientras estuviera en el colegio. Seguro los pequeños diablillos de
los que le tocaba hacerse cargo, la harían corretear de aquí para allá. Cuando
Kirsten le contaba a Abby sobre su día a día como profesora en prácticas para
educación elemental y primaria, Abigail se horrorizaba y constantemente
preguntaba cómo podía Kirs mantenerse firme ante la decisión de graduarse de una
carrera que la estaba acabando —Y eso que aun no había comenzado del todo—. A
pesar de todo, Kirsten seguía adorando a los niños.
Asegurándose de que llevaba todo el material que había
planeado el día anterior dentro de su bolso, terminó haciéndose una cola de
caballo en lo alto de la coronilla y felizmente salió del departamento. No
había necesidad de apresurarse puesto que había salido con casi media hora de
anterioridad; siempre había sido puntual a la hora de llegada y eso era lo
primordial para un estudiante universitario en prácticas: demostrar
puntualidad, responsabilidad y profesionalidad.
A la final, no se sorprendió que el día corriera sin
ningún contratiempo como todos los anteriores. No sabía si había estado
esperando algo en particular que fuera un cambio radical a la monotonía… Bueno,
obviamente tendía a esperar que algo pasara, porque después de lo de la fiesta
de su hermano mayor sucedían unas cosas tras otras, por supuesto muy fuera de
lo común.
***
Eran las tres de la tarde y ya estaba increíblemente
cansada. Igualmente no se había tomado el privilegio de dormir las ocho horas a
las que estaba rígidamente acostumbrada.
Kirsten suspiró aliviada al oír el sonido de la campana
que indicaba el receso de los niños y la hermosa y brillante hora que tenía
para ir y almorzar. Saludó a la profesora de turno que entró por la puerta con
una sonrisa y se dedicó a buscar su bolso, la mujer la cubriría el tiempo
suficiente como para permitirle tomar algo para almorzar en la cafetería del
frente.
Realmente le importó muy poco salir con el delantal
manchado de pintura que había usado para cuidar su vestimenta en la clase de
arte. Digamos que ellos jamás estaban tranquilos cuando usaban pinturas, y eso
generaba grandes manchas en las blusas y pantalones de Kirsten; después de
comprender eso durante las primeras clases —Y de notar que las demás profesoras
llevaban un delantal—, optó firmemente por comprarse su propia protección.
Una de las señoras encargada de la limpieza abrió la
puerta de entrada del colegio para ella mientras le dedicaba una sonrisa
amable. Kirsten le sonrió en regreso haciendo un suave asentimiento de cabeza
luego se dedicó a caminar sin más.
—Disculpa.
Una voz masculina a sus espaldas la hizo sobresaltarse.
Miró por sobre su hombre y se encontró con los profundos
ojos azules de un hombre alto y atractivo. No tendría mucho más de veintiún
años, y aun así los rasgos masculinos eran perfectos y exactos, dejándolo con
una belleza oscura y madura a pesar de verse bastante joven.
Su cuerpo perfectamente esculpido estaba cubierto por una
débil camisa blanca y unos pantalones negros de una tela bastante fina en
apariencia. Los cabellos negro ébano,
eran cortos y lacios haciendo un increíble contraste con al color de los
ojos azules que primeramente había captado.
Él sonrió de medio lado, como si apreciara las atenciones
que ella hacía a la belleza oscura de él.
—¿S-Si? —Preguntó ella regresando a la realidad.
—Tu eres… Kirsten Shower, ¿No?
—El hombre se acercó a ella caminando despacio y hundiendo ambas manos en lo
profundo de los bolsillos de sus pantalones.
Kirsten en su vida había visto a ese hombre.
—Es posible —Susurró con algo
de cautela. El hombre rió ampliamente, como divertido por sus reacciones;
seguidamente tendió la mano hacía ella entrecerrando los ojos a su vez.
—Es un placer, mi nombre es Svante.
N.A: Hola chicas, de antemano
quiero disculparme con todas ustedes por haber tenido tantas semanas sin
actualizar el blog. Cómo ya sabrán desde la última vez, aun no había contado
con el servicio de la internet y tampoco con el tiempo suficiente como para ir
a algún sitio pago para subir el capítulo —Estaba en semanas de parciales—, ya
puedo decir que retomaremos la subida de capítulos y como disculpa, este
viernes publicaré otro capítulo.
De verdad espero que me
disculpen y que hayan tenido muy buena semana santa.
Besos y Abrazos,
Antonella.
11 comentarios:
Holaa, se te extraño mucho estos dias, pero valio la espera!! Saludos desde Uruguay y espero ansiosa tu proxima publicación!!
Maria
gracias por tu publicacion....no olvides que prometiste escribir para este viernes...sigo tu blog desde hace tiempo...esta historia me atrapo desde el comienzo....espero que cuando la termines se pueda descargar.
se te perdona... ;) el ccapitulo es muy bueno... siiii, y espero el viernes para poder dormir tranquila!! jajajaja besitos...
THANK YOU TE EXTRAÑE MUCHO MUCHAS GRACIAS POR TUS RELATOS
THANK YOU TE EXTRAÑE MUCHO MUCHAS GRACIAS POR TUS RELATOS
Hola Anto!!!
Mira chica se te perdona todo, ya que nos traes nuevos capítulos muy buenos.
Sigue adelante que yo te espero.
Besotes.
Anto!!!
Te extraÑeee mucho y aunque estaba de viaje estoy pendiente siempre de tus publicaciones TQM gracias por publicar cada dia mejor!!
Espero el viernes!! Un super abrazo
Alex de Venezuela
hooolaaaa... yo creo k no hay nada k perdonar asi es la vida...aveces las cosas no son como nos gustaria... en fin k bueno k hayas publicado un nuevo capitulo...por mientras releí los anteriores xD.... y este estuvo weno weno weno...muchos cariños y espero te fuera bien en tus estudios... espero ansiosa en nuevo cap cuando puedas publicarlo..cariños de tu fiel y vieja seguidora XD...
PAMELA
PD: ya me habia asustado..pense k estarias tan ocupada como la ultima vez k dejaste de publicar, ya tenia la idea de esperarte otro año mas para el siguiente cap...me alegro estar ekivocada.. y si no lo dije antes gracias por tu dedicacion y por compartir tus libros.. cariños x 100000000
Me encanta ANTO espero el del viernes.
Quien es Svante? estoy muuuy perdida!!
Muy lindo capítulo se te echó mucho menos pero volviste con todo ehh
Espero con muuuuuchas ansias que sea mañana.
Besos :)
Hola Anto, que bueno que volviste y que buen capítulo, la verdad cada vez que leo un capitulo nuevo me pongo más ansiosa.
Gracias por continuar escribiendo.
Un beso
Alenka
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