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Nada por ahora
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Historia Corta: ¡Tú Ganas!

¡Tú Ganas!

-¿Por qué no jugamos a algo, Sam?

Resoplé totalmente fastidiada, mientras detenía furtivamente el movimiento de la escoba con la cual trataba de limpiar un poco la tierra esparcida por el suelo. Apretando la mandíbula e intentando contener mi enojo, crucé mi mirada con Dean Weissman.

-Te he dicho que dejaras de decirme Sam, Weissman. Para ti soy Kert o simplemente Samantha ¿Entendido? –Le advertí silenciosamente con la mirada en cuanto él comenzó a balancear las piernas –Y no voy a jugar contigo. Ahora toma el estúpido pañuelo y limpia el escritorio…

La sonrisa comenzó a dibujarse en los labios de Dean. Él lo sabía perfectamente. Siempre comenzaba con su típico “Vamos a jugar a algo, Sam” en lugar de ayudarme a hacer la limpieza del lugar. Y Desgraciadamente, yo terminaba en sus garras por ser tan tonta jugando a cualquier estupidez que se le cruzara por la mente, desde “piedra, papel o tijeras” hasta el póker… ¿Lo peor del caso? No importaba que juego nos decidiéramos a jugar, Dean ganaba cada uno de ellos… Y en mi cara.

-Es solo un simple juego. Esto de limpiar el salón de ciencias es un completo martirio.

-Somos los encargados de esta tarea durante los siguientes tres meses… Quieras o no. Fue culpa tuya por fastidiar al profesor en medio de la clase –Y culpa mía, por ser la delegada del aula e intentar defenderlo. Solté un suspiro… Tenia que aceptarlo, era una completa tonta y con un muy poco juicioso sentido común el cual no me mantuvo alejada de los problemas para cuando los sentías. Pero sencillamente no me quejaba.

Dean hizo un puchero.

-Tienes una cara de cómo si fuera un martirio estar aquí conmigo.

Y eso era… Tener que soportarlo ya en el salón de clases era una cruel y lenta tortura… Pero fuera de el, durante tres horas cada tarde y completamente solos era ya para terminar de matar a cualquiera con la mitad de cerebro...

Lo miré con la mejor de mis expresiones irónicas y luego negué con la cabeza, como queriendo hacerle ver lo estúpido de su pregunta.

-Solo ponte a limpiar…

-¿Realmente no te gusto, Sam? ¿Ni un poquito?

¡Demonios!

-¡Te juro que la mitad del tiempo desearía golpearte para hacerte entrar en razón! –Le expresé mientras contenía mi furia y mi mala vibra.

Él parpadeó.

-¿Y la otra mitad?

-Me contengo para no golpearte para que dejes de jorobar…

Dean me observó con expresión neutra. Tenía un par de ojos de un tono avellana que siempre lucían una chispa bromista y alegre; enmarcados por largas pestañas que serian la envidia de cualquier mujer sobre la faz de la tierra. Él tenía el tipo de ojos que te haría desear quedarte observando todo el resto del día… Su rostro era suave y ligeramente detallado, con una mandíbula fina y una nariz totalmente perfilada. Parecía algún tipo de idol de las revistas para jóvenes adolescentes.

Sus cabellos castaños eran lisos y acariciaban su frente ligeramente. Alto y delgado, con una constitución ósea envidiable por cualquiera… Y ligera musculatura en sus brazos y abdomen (porque en la clase de gimnasia había tenido la pequeña suerte de observar tal cuestión), que demostraba con detalle lo mucho que le gustaba el ejercicio.

Dean era el capitán del equipo de futbol soccer y la sensación entre todas las chicas del bachillerato.

…Pero sin interés en ninguna de ellas… El típico chico totalmente cabeza hueca a pesar de tener dieciséis años.

-No eres justa, Sam…

-Muy pocas veces la vida es justa –Dije sarcásticamente volviendo a concentrarme en barrer. Un mechón de mi cabello castaño se deslizo fuera de mi cola de caballo y tuve que hacer un esfuerzo incontenible por no gritar desesperada. Me coloqué lentamente el mechón detrás de mi oreja y volví a mirar a Dean, quien me observaba fijamente y de manera pensativa.

-Pero…

-¡Hay dios! ¡Está bien! ¡Tú ganas! Dime que quieres jugar y luego déjame limpiar en paz, por dios…

La sonrisa que él expreso, reflejo increíblemente lo satisfecho que estaba por sus terribles habilidades de manipulación.

-Juguemos al ahorcado…

-Ok, ahorcado… Entendido.

Dean se levantó de donde estaba sentado y se aproximó al pizarrón. Tomando una tiza entre sus dedos, me señaló una de las sillas invitándome especialmente para que me sentara. Suspirando cansadamente, deje caer mi cuerpo sobre el asiento.

-Comienza, que quiero terminar para irme a casa.

Él rió y tarareo algo entre dientes, obviamente pensando en la palabra que iba a usar.

-Para hacerlo mas difícil, usaremos tres palabras… -Sonrió y luego dibujo el inicio del muñeco ahorcado que se usaba para ese juego.

-Ok, tres palabras… Captado –Esperé pacientemente hasta que él me hizo un gesto con la mano indicándome que comenzara -… m… ¿u?

Dean rió de nuevo.

-No-o –Dibujo algo en el pizarrón y luego me volvió a observar –Como soy una buena persona te daré una pista. Son tres palabras, de las cuales una tiene tres letras y las otras dos simplemente tienen dos…

-Es lo hace mas difícil… Por que son cortas y simplemente tienes menos oportunidades de acertar con la letra correcta –Fruncí el ceño mientras pensaba con calma -… ¿m?

-¡Correcto! Has acertado a la primera, Sam. ¡Eres increíble!

-Guau… Por haber acertado con una letra me he convertido en un cerebro con patas –Al ver como él arqueaba su ceja derecha no pude evitar que se me escapara de los labios una mínima risita –Ok, ok. Sigamos… ¿z?

-Nop –Volvió a seguir el dibujo del muñequito ahorcado.

-¿c? –Dean negó con la cabeza -¿l?

Otra equivocación más y otro dibujo más.

-… ¿S?

Dean asintió eufórico. Hasta ahora solo había completado un pedacito de la última palabra… y… Esperen… Allí decía…

-¡¿a?! –Él sonrió. Rellenando dos espacios en blanco donde iba la respectiva letra, lentamente mi respiración se entrecorto cuando comprendí que estaba descifrando la palabra y que estaba a punto de ganarle… Pero…

Apreté los labios con fuerza.

-¿Qué pasa, Sam? Vamos… Solo faltan dos letras.

Sentí el rostro caliente, y supe enseguida que tenia las mejillas mas rojas que un tomate. Le devolví la mirada y apreté el dobladillo de mi falda entre los dedos. El corazón me palpitaba con fuerza.

-No se. No se lo que dice… -Le dije con la voz mas aguda de lo que me hubiera gustado que sonara -…Tu ganas. Me rindo.

La expresión de Dean decayó. Sus ojos alegres me miraban con sorpresa, incredulidad y algo de decepción. Nos quedamos unos segundos en silencio.

-¿No sabes? –Él sonrió levemente -¿quiere que lo complete yo, entonces?

Baje la vista en cuanto oí el sonido de la tiza repiqueteando levemente contra el pizarrón. Me mordí el labio inferior en cuanto esta dejo de oírse. Los pasos de Dean a través del salón se oyeron claramente, en cuanto se acercó al pequeño trapo de limpiar en un color azul y se dedico a limpiar el escritorio.

Con el valor totalmente expuesto y una extraña sensación, me atreví a alzar el rostro para comprobar si las palabras que había supuesto eran las correctas.

Totalmente grande y completamente visible… Sobre el pizarrón se veía claramente un “Te amo, Sam”… Que quitaría la respiración a cualquiera.

Parpadee. Volví a parpadear, para mi mal gusto.

-No se… Pero tengo la sensación de que por primera vez te he ganado en algo, Dean –Susurré antes de levantarme y borrar las palabras y el dibujo del ahorcado del pizarrón. Con una sonrisa colándose por mis labios, decidí guardarme para mí, que yo también lo amaba… Aunque solo un poquito.



Fin

5 comentarios:

J.P. Alexander

Un hermosa historia, tan romantica y dulce

Faby

esto lo leí en el blog y me encanto!!

Anónimo

wao..!!! verdaderamente hermosa... lastima que sea tan corta... pero su desarrollo fue preciso para capturar tu atención y además los dos personajes son un encanto.. Felicitaciones...!!

Antonella

*0*... Kyahhh! gracias gracias! sniff.. me alegro que gustara =)

kauis

La adoréeeee, aunque me quedé con algo, que pensé que Sam iba a decir.

Dean: ...Son tres palabras, de las cuales una tiene tres letras y las otras dos simplemente tienen dos…

...Sobre el pizarrón se veía claramente un “Te amo, Sam”…

Yo veo una de dos letras y dos de tres, pero insisto pensé que Sam iba a salir con que ella había ganado por este error de Dean. Igual y queda implícito ahi...

Super bien delineados los personajes, son inspiración en amigos o de tu vida escolar? Recuerdo mis tiempos pero de secu, no se por que.