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Nada por ahora
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Amor Al Azar. Historia 2º


Historia 2º

Su Sombra

¿Saben? Una vez conocí a alguien…

Si, se que suena extraño que lo diga, pero no era alguien normal y por eso me tome la molestia de decir que lo conocí.

Sucedió hace ya unos años, cuando todavía era joven. Una adolescente que le encantaba estar con sus amigos, bromear y pasar el rato. Vivía encantada en el mundo que yo misma había formado y pretendía que nunca saldría de allí,

Esa tarde, mis amigas habían resuelto dejar de lado el aburrimiento e ir a algún lado todas juntas. Me había arreglado y asegurado estar bien para nuestro encuentro.

Llegue a nuestro punto de encuentro reparando en que nadie más a parte de mí se encontraba en la mesa del restaurante. Había sacado mi libro a medio leer y lo había dejado sobre mis piernas mientras cambiaba de hoja en hoja.

–¡Elina! –La cantarina voz que llamaba mi nombre, me hizo levantar el rostro. Ana, una de mis viejas amigas me saluda efusivamente con su mano y una sonrisa resquebrajaba en sus labios.

Los cabellos rubios estaban atados en una cola de lado y llevaba maquillaje que resaltaba los finos rasgos de su rostro. Vestía una blusa de color negro y unos vaqueros agujerados.

–¡Ana! –Le había devuelto el saludo y la había abrazado, dejando caer el libro en el interior de mi bolso.

Nos sonreímos la una a la otra y ella me preguntó que tal estaba. Conteste cortésmente y luego actué de manera idiota justo como hacía con las personas de más confianza.

–…Y fue así que logre convencer a mi papá que me regalara ese CD –Suspiré en ese momento desanimada –Pero me quede sin regalo de cumpleaños ahora.

Ana rió.

–¡Bueno! Shad también tiene el mismo CD, ¿Verdad, Shad?

Mi sonrisa desapareció. Fue en ese momento en el que note al sombrío y oculto chico detrás de la espalda de Ana.

Vestido de negro y recostado de la pared, llevaba unos auriculares con música. ¿Tendría dieciocho? ¿Diecinueve? No podía tener ni un minuto más de esa edad. Sus ojos eran dos estacas de hielo, grises y deplorables y su cabello castaño caía sobre su frente en preciosas ondulaciones.

Era guapo, aunque un poco alto y con ropa demasiado holgada para mis gustos.

Un arete colgaba de su oreja izquierda en signo de ser un chico del estilo mas gótico.

–¿Quién es? –Pregunté sin aliento, bajo esa mirada gris.

–Ah –Ana parpadeó sorprendida –Cielos, disculpa. Elina, él es Shadow, pero yo le digo Shad. Shad ella es mi amiga Elina.

Él se quitó un audífono y me escudriño con la mirada antes de asentir con la cabeza a manera de saludo y después volver a ponerse el artículo en el oído.

Me intrigó. ¿Qué clase de persona se llamaría Shadows?

Llegaron mis demás amigas y amigos y de allí fuimos y paseamos un rato por las tiendas. Shad, siempre nos seguía de atrás y lejos, casi como si nos guardara las espaldas. Más tarde, me había atrevido a mi misma el preguntarle por su nombre.

Su respuesta fue clara y precisa.

–Es mi nombre de nacimiento –Dijo cortante y con la vista clavada en la nada.

Me encontré a mi misma sintiéndome atraída por ese chico, con el cual no podía entablar más de dos oraciones.

Pasamos la tarde riendo y bromeando, pero él siempre estaba apartado. Aunque algo no me pasó desapercibido ¿Saben?

Él siempre seguía a Ana de cerca. Donde fuera que iba Ana, Shad siempre estaba tras ella cuidándola.

Como una sombra.

Fue al día siguiente, que lo oí todo por casualidad.

–…¿Entonces Shad está enamorado de Ana?

Abruptamente, me paré entre los arbustos con un extraño dolor en mi pecho que saltaba abrumado. Esa era la voz de Tania, una de mis amigas a parte de Ana. Asomé levemente mi rostro y me encontré con que mantenía una seria conversación con Sophia.

–Si –Dijo Sophia –¿Qué nunca lo notaste? Él siempre ha estado enamorado de ella, pero Ana parece no querer comprender el daño que le causa al pobre –Jugaba con un papel entre sus manos –No sé cómo hacer para que entienda que fue un error haberle dicho que esperara por ella. Si ella no tiene intención de hacerse su novia.

Tania observó hacia la nada.

–Si… Pobre Shad… ¿No es él su sombra?

Sí. Lo era.

E irónicamente… ¿Saben?

A pesar de los años, Shadows sigue siendo Her’s Shadow…

Y yo todavía soy su sombra.

1 comentarios:

Anónimo

EXCELENTE, pero tengo un par de dudas, las cuales de seguro aclaras en el próximo capitulo. Por favor subelo pronto.